Es curioso lo que un cliente ve cuando entra a la más conocida web de reservas, booking.
Fisgar a que hotel ir en su próxima escapada, ponerlo en si lista
de deseos o fantasear organizando un viaje increíble tiene otro significado para las empresas y que el cliente desconoce.
Esta web analiza estos "fisgues" para saber las conversiones a reservas que se realizan. Habrá establecimientos que tomen esto en cuenta y otros que sean conscientes que este análisis tiene su aquello y que hay que cogerlo con pinzas.
Además de esto, el cliente que cree que ese hotel que tiene la marca de oferta inteligente, que te aparece en los primeros puestos o tiene un
pulgar arriba es cuestión de las opiniones de los muchos o pocos clientes que
tenga el establecimiento. Esa posición de privilegio es cuestión de
una media de unos cuantos indicadores en los que cómo no, están las comisiones
extras, que el hotel sea buen pagador, los contenidos, etcétera. Amén de cuando
quieres ya destacar sobre todas las
cosas y, entre la oferta y comisiones
extra, poco te queda del ansiado beneficio por habitación.
No obstante, y pese a su forma de trabajar, no deja de
cobrar como una agencia de viajes de las de siempre, cobra en función de la
venta. Otra cosa son las parafernalias que se ha inventado para sacar algo más
que el quince pero que el empresario es libre de dárselo o no. Y está claro que
en booking hay que estar, las cosas como son.
Ahora bien, aparece en el panorama de las reservas un nuevo
portal, aunque ya un histórico de las opiniones de turistas, pidiendo euros y
muchos, simplemente por estar con ellos, te hagan o no reservas.
Yo me pregunto, ¿les dará resultado esta
política de venta? Siendo booking su competencia y llevando ventaja como lleva
¿darán resultado estas labores comerciales? ¿La gente será capaz de cambiar sus
hábitos y reservar a través de esta página o seguirá mirando opiniones por un
lado y reservando por el otro?
Ya veremos si el búho
consigue su objetivo.
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